dimarts, 30 de setembre del 2014

FESTIVAL DE SALZBURGO (Y3).CONCIERTO STRAUSS. GUSTAVO DUDAMEL, CON LA FILARMONICA DE VIENA.


Varios recitales (Cuatro Ultimos Lieder ) y conciertos, se suman a la ópera Der Rosenkavalier, para dar culto a Richard Strauss con motivo de su 150 aniversario.
La Orquesta Filarmónica de Viena, uno de los alicientes del Festival,
con residencia en Salzburgo durante todo el mes de agosto, nos permite disfrutar de su audición prácticamente cada día, hecho que no se da en Viena durante el resto del año.

Tiempo de reciclaje

Cuando la última hoja del calendario cae, con la resaca mañanera del 1º de enero, todos escuchamos al compás del dos por cuatro, la azucarada, almibarada y cursi música de los Strauss. Es la “felicitación” que Europa envía al mundo cada primero de año, con la  Orquesta Filarmónica de Viena y su Concierto de Año Nuevo,
Esta orquesta que es una de las mejores del mundo, recicla el tiempo que va de enero a agosto y transfigura su música:
Pasa del repertorio popular, al exquisito y selecto.
Del vals a la
atonalidad y disonancia
Del Strauss Joseph y Johann, vieneses ellos, al Strauss Richard, muniqués  “montañero”y provinciano de Garmich Partenkirschen, en los Alpes Bávaros, donde las altas cimas le inspiran sus mejores poemas sinfónicos.
La música de uno u otro Strauss no tiene nada en común, la distinción esta en el nombre, no en el apellido. En términos gastronómicos es como si pretendiéramos comparar los langostinos congelados de Pescanova, con los de Sant Carles de la Rápita.
La Orquesta Filarmónica de Viena que el 1 de enero embelesa al mundo con sus valses y polkas es la misma del 23 de agosto en Salzburgo que, con el paso del tiempo, recicla la música y el sonido y nos regala un programa sinfónico de tan alta calidad que difícilmente olvidaremos:
Tod und Verklärung - Muerte y Transfiguración-
Also sprach Zarathustra - Asi habló Zarathustra.
Intercalada entre las dos, Time Recycling -tiempo de reciclaje- estrenada en este 2014, verdadera sorpresa y guinda de este suculento menú musical. El melómano viaja a Salzburgo para disfrutar de sus óperas; si decimos que este concierto ha sido lo mejor del Festival de este año, podrá parecer exagerado, pero esta es la sensación que quedó en los espectadores del Grosses Festspielhaus en esa matinal.
La percepción del “tiempo” cambia con la edad de las personas; podemos asegurar que no es unidireccional e inelástico, sino más bien hiperbólico, modificado por los adelantos tecnológicos y las nuevas tecnologías. Así habló Zarathustra trata, en homenaje Strauss a Nietzsche, de un mundo sideral y estratosférico, donde el concepto de tiempo nada tiene que ver con el que percibimos en la tierra. La música, final de Muerte y transfiguración, obra de juventud, es recogida en el Abendroth-el crepúsculo-  al final del poema: “ist den Tod”- es la muerte- de los Cuatro últimos Lieder; testamento musical de Richard Strauss donde recoge todas las células musicales desparramadas a lo largo de su obra (tiempo de retorno).
Estos vaivenes del tiempo que ya intuía nuestro genio de Munich, ahora son más evidentes con las nuevas tecnologías y su velocidad (tiempo de transmisión). Esto es en lo que se inspira  Time Recycling- tiempo de reciclaje- la obra del compositor René Staar,(1951)de Graz, Austria, actual 2º violín de la Orquesta Filarmónica de Viena, que tiene el honor de ser interpretada en medio de los dos poemas sinfónicos de Richard Strauss, y que es coherente y suena bien , con su música. Todo un honor, al figurar tan bien arropado, para el autor de esta obra contemporánea que se estreno, el 17 de mayo de este año, en la sala dorada del Musikverein de Viena y en 2ª ocasión, el 23 de agosto en el Groses Fesphilhaus de Salzburgo. Todo un privilegio, para el compositor y para los espectadores.
Y otra vez gracias a la música se produce el milagro con nombre propio: Gustavo Dudamel este venezolano de 33 años que desde el podio, dirigiendo a los filarmónicos vieneses, transforma toda su energía juvenil en una forma dinámica especial de entender la música, que encandila al mundo y   hace que los espectadores toquemos  el “Cielo con las manos”: ¡Pura emoción!


Septiembre 2014        


José Luis Bruned

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