Una polémica producción, para conmemorar el
bicentenario de Richard Wagner.
In memorian Ramón Ribó
La segunda jornada, Siegfried, es la más
lograda; El escenógrafo Aleksandar Denic describe magistralmente, desde la
perspectiva histórica, el esplendor y caída del
comunismo, focalizado en la
Alemania del Este. Una cara del montaje, se inspira en el
mont Rushmore (monumento conmemorativo del nacimiento de EE.UU.) para
significar las efigies de los padres del comunismo: Marx, Lenin, Estalin y
Mao.y la otra cara escenificará la famosa Alexanderplatz, centro
neurálgico del Berlín Este y símbolo del poder de la DDR en el mundo,(ironía
Castorf), representado por la columna circular con el gran reloj del mundo,
coronado por el monumento al átomo, La escenografía reproduce fielmente la
arquitectura histórica de la plaza: Una estación de metro, una marquesina en
forma de triángulo, una oficina de correos, donde se ironiza sobre la burocracia
del aparato comunista, una sala de fiestas, cuya vedette resulta ser el pájaro
del bosque que guía a Siegfried, y un
restaurante. Todos estos lugares son de utilidad para Castorf en su
descripción de la atmósfera irrespirable, política y social berlinesa de la época:
El figurante Patric Seiber (a* ver parte (1))
tiene una actuación destacada, como camarero del histórico restaurante de la Alexandesplatz : Cuando
se trata de atender a Wotan y Erda- representantes aquí del poder político-,
les servirá diligentemente, con reverencias excesivas, vestido de smoking. En
otro momento de la acción, Siegfried y Brünnhilde, celebran su encuentro- El idilio
de Sigfrido, la parte más intensa y romántica, al final de la ópera- en la
terraza del mismo restaurante. Como personajes del pueblo llano, el camarero ni
los atiende, los mira de lejos, sin inmutarse, tumbado en la puerta del local,
ahora vestido con camiseta y tejanos. Cerca de la pareja, -escena de
inspiración Brechtiana- merodean por la plaza unos cocodrilos que influyen
negativamente en el desarrollo del dúo de Siegfrid y Brünnhilde; se ha sustraído, intencionadamente, la parte
más esperada por el público; el intenso momento emotivo musical del encuentro. El sistema político comunista, representaba
una amenaza para la ciudadanía, y la escena de los cocodrilos recrea esta
situación; simboliza el miedo de los protagonistas a ser vigilados
constantemente por la Stasi ,
aparato policial represivo en la DDR. Debemos destacar la genialidad de Castorf;
no se puede ser más explícito y detallista: Todas estas escenas son una clara descripción de la situación político-social en
el Berlín Este en una determinada época histórica.
Para Götterdämm erung
el escenógrafo nos sitúa primero en las dependencias de la fábrica petroquímica
CHEMISCHE WERKE BUNA -que se presenta como monopolio y poderío industrial de la Alemania comunista de la
época- situada en Shokopau en Sajonia-Anhalt. Aqui Hagen-un alto funcionario de
la gran empresa- desarrollará sus planes maquiavélicos, para eliminar a
Siegfried, en colaboración con Gunther, Gutrune y Brünnhilde, combinando el
espacio escénico en un kiosco de bebidas
“Döner Box”, donde el figurante Patric Seiber, vuelve a hacerse cargo del bar.
Este “chiringuito” está situado en el barrio
de Kreutzberg, en el Berlín Occidental, tocando al muro, sus habitantes son de
mayoría turca. Allí se desarrolla el
movimiento coral y la muerte de Siegfried, destacando la belleza escénica y
musical de la producción, enriquecida con todo lujo de detalles, que omitiremos
por no alargar aún más el contenido del artículo.
Al final de la obra, el Walhalla, será el
edificio de la Bolsa
de Nueva York, símbolo del capitalismo mundial, en Wall Street, que siguiendo
el libreto deberá arder. Llega al lugar Brünnhilde rociando la calle con
gasolina (oro negro) para prenderle fuego. También acudirán (como es
preceptivo) las Hijas del Rin, en su lujoso Mercedes, saliendo del maletero, el
figurante (otra vez) con el cuerpo ensangrentado. El Oro Negro, importante en
la financiación del sistema capitalista, será precisamente el medio que
conseguirá el fin del Walhalla
El anillo no es devuelto al Rin, sino que Brünnhilde
lo tira en la calle delante del edificio de la Bolsa justo al lado de un indigente, con lo que la
obra, según Castorf, concluye de forma
pesimista: No hay regeneración-como sugiere el libreto- sino sólo destrucción,
sin ninguna esperanza en el futuro.
Cuando al final del anillo el director de
escena Frank Castorf salió a saludar (años 2013, 14, 15- en el 16 no lo hizo),
recibió el abucheo mas sonado de historia del Festival, mezclado con
entusiastas aplausos de una parte de público que entendió el montaje de otra
manera.
Es Carstof el que sale en su propia defensa
advirtiéndonos:
“La extrema consciencia, nos inmuniza y nos
hace intolerantes; hacemos gala de un fanatismo exclusivo y no aceptamos otras
visiones de la realidad, pues esta no es exclusiva”(a).
Pues eso:
A algunos nos gusta que nos interpelen, nos
provoquen y nos inviten pensar.
Septiembre de 2016
José Luis Bruned
(a)- Declaraciones del Director de Escena en
la revista “THEATER DER ZEIT” monográfico sobre CASTORF
Cuaderno nº 7/8 2016
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada