Hace 100 años terminó el plazo
de protección de "Parsifal" de Richard Wagner. En todo el mundo se
levantó una fiebre nerviosa justo medio año antes de la primera guerra mundial.
¿Porque?
En Bayreuth y en la casa
Wahnfried todavía reinaba la paz. Sin embargo, se presentía el ocaso, y no sólo
por el rumbo político de los acontecimientos sino porque aparecieron problemas
por la herencia de Wagner.
Primero se produjo un escándalo
por el pleito de Isolde, la hija ilegítima de Richard Wagner y Cósima von Bülow.
Isolde estuvo luchando para que se
reconociera la paternidad de Richard Wagner, y para ello suministró a la prensa
muchos detalles íntimos acerca de sus padres.
Más tarde, Cosima negó a su hija
y por último, Maximilian Harden, un
temido periodista cazador de gente homosexual, insinuó que el hijo del gran
maestro era " un santo de la caja de otros colores " (textualmente
traducido) .
A todas estas viscisitudes se
sumó que el plazo de protección para la exclusiva representación de Parsifal había terminado. A partir de Enero de 1914, en todos los teatros nacionales y
internacionales de categoría pasó lo que la familia Wagner denominó "el
robo del Santo Cáliz".
Richard Wagner dedicó su último obra "Parsifal"
exclusivamente al Festspielhaus de Bayreuth. En 1880, en una carta dirigida al
rey Ludwig II, Wagner insistió en que su Parsifal no debería servir de
divertimiento en otros teatros y pidió impedirlo. El rey no pudo evitarlo. Ni
para un compositor nacional como "el maestro Wagner" existían leyes
excepcionales; no había una " Ley Parsifal", y
mucho menos después de su muerte. La sola renuncia a festivales en el año
jubilar 1913 con motivo al centenario de nacimiento de Richard Wagner ya
resultó una reacción de despecho de la familia después del segundo fracaso de
sus intenciones de prolongar los derechos heredados de las obras de
Richard Wagner por decreto y el límite legal reinante en aquellos tiempos de 30
años después de la muerte del autor. En 1901, la viuda de Richard Wagner, Cósima,
ya daba trabajo al gobierno supremo alemán que rechazó la "Ley
Parsifal" con mayoría de 16 votos en contra. También el segundo intento,
ahora organizado por medio de mediadores, fracasó a pesar del emperador Wilhelm
II.que secundaba a Cósima.
El pleito para la prolongación del plazo de protección en
realidad sólo sirvió a los herederos para luchar por los derechos del autor y
las funciones de las obras de Wagner en todo el mundo. Fue una auténtica
bendición monetaria que hizo rico a todo el clan familiar: la fortuna familiar sumaba
seis millones de marcos a principios de 1913, que (equivalen hoy día a 30
millones de euros) pero a partir del primero de Enero de 1914, la fuente del bienestar económico de la familia empezaría a
secarse. Las obras de Wagner- también el Parsifal, la obra de despedida al
mundo exclusiva de Bayreuth - podrían ser presentados en todos los teatros y
libre de impuestos al clan Wagner.
La denominación marcial "robo del Santo Cáliz" fue
utilizado ya hace tiempo en el circulo wagneriano desde que Heinrich Conried,
el empresario de la New York Metropolitan Opera, se atrevió a poner en escena
"Parsifal" el 24. de Diciembre de 1903 fuera de Bayreuth - y
contra la resistencia de Cósima que se puso personalmente en contacto con el
presidente Theodor Roosevelt para poder amenazar a todos los artistas con un
anatema wagneriano. Hasta entonces, la familia Wagner guardó de la forma más estricta, cumpliendo con los deseos del
compositor, todo el material teatral. Conried,
sin embargo, mandó copiar cada rol por separado a partir de una partitura de trabajo de la editorial
Schott de Mainz. De la misma manera trabajó el director de orquesta Henri Viotta,
el fundador del Residentie Orkest en Den Haag a la hora del segundo rapto del
"Santo Cáliz" en Amsterdam el 20 de Junio de 1905. Existen varios
otros "robos" hasta en 1913, en Zurich, Monte Carlo, Buenos Aires y
Rio de Janeiro. Pero estas profanaciónes sólo eran pinchos de pulgas comparada
con la Parsifal-fiebre mundial que brota a principios de 1914.
Cada uno quiere ser el primero. Empieza un enorme maratón de
actuaciones. Durante la Noche Vieja, el Gran Teatro del Liceu de Barcelona
estrena su premiére de "Parsifal", algo cargante a las diez treinta
de la noche, cuando en Bayreuth ya es una hora más tarde ! Al día siguiente
sigue el Teatro Communale di Bologna. Desde el estreno absoluto de
"Lohengrin" en Italia se pelean por ser un baluarte wagneriano. Los
bologneses aventajan en competencia a Roma y a otros lugares y mandan empezar
más temprano.
El Teatro Alemán ( Deutsches Opernhaus ) en Charlottenburg,
el precursor de Deutsche Oper Berlín de hoy día, presenta su
"Parsifal" en la noche del Año Nuevo, el teatro imperial de Berlín presenta
"Parsifal" a su vez cuatro días más tarde; la
Scala di Milano lo dará el día 9., el teatro imperial de Vienna el día 14 de
Enero. En París, en el teatro Palais Garnier, se puede ver "Parsifal"
el día 4 de Enero, y vale preguntarse como han logrado enseñar
satisfactoriamente éstas actuaciones tempranas! Hasta declararse la guerra en
los primeros días de Agosto de 1914, sólo en Europa habría más que 50 ciudades
que estrenan "Parsifal", entre otros Londres, Venecia, Dresde,
Hamburgo y Munich.
Un detalle en la recepción histórica de "Parsifal"
también es que el estreno de la actuación prevista de "Parsifal" en
Moscú cayó víctima por motivos del arte alemán ignorado después de la declaración
de guerra contra el imperio del Zar. El día 2 de Agosto, la mobilización obligó
a Bayreuth a terminar con el festival. Hasta esta fecha se daban ostensivamente
todavía dos funciones del estreno absoluto de " Parsifal ",
personalmente controlado por Wagner y desde entonces dogmáticamente
conservado por su viuda.
El hype espectacular de la última obra de Wagner no encuentra un ejemplo igual en la historia de la música aunque permite una facil y superficial explicación: en aquellos tiempo, la obra resultó una auténtica "novedad". Mucho antes del invento del disco, CD, DVD o streaming digital, "Parsifal" fue desconcocido en su versión original durante décadas desde su estreno absoluto en 1882 e unicamente presentado en Bayreuth. Esta exclusividad estricta aumentó la curiosidad de la gente aún más y transformó la obra a un misterio lleno de sagas para unos pocos privilegiados.
El hype espectacular de la última obra de Wagner no encuentra un ejemplo igual en la historia de la música aunque permite una facil y superficial explicación: en aquellos tiempo, la obra resultó una auténtica "novedad". Mucho antes del invento del disco, CD, DVD o streaming digital, "Parsifal" fue desconcocido en su versión original durante décadas desde su estreno absoluto en 1882 e unicamente presentado en Bayreuth. Esta exclusividad estricta aumentó la curiosidad de la gente aún más y transformó la obra a un misterio lleno de sagas para unos pocos privilegiados.
Thomas Mann se burló sagazmente del culto - y después de su
experiencia con "Parsifal" en Bayreuth tuvo que reconocer que quedó
impresionado por la obra: " Me fui con grandes dudas y un sentimiento de
un peregrinaje a Lourdes o pedir una profecia o visitar algún lugar sugestivo,
pero terminé profundamente emocionado. Estoy seguro que una fueza de expresión
terrible semejante no se repetirá en ninguna categoría de arte".
Aparte de la magia de efecto absolutamente calculado por
Wagner, y hasta hoy día difícil de escapar, es de suponer que a principios de
1914 hubo más razones por la fiebre "Parsifal" . El entusiasmo
colectivo del Agosto 1914 tomaba possesión de toda Europa. La gente jóven
andaba borracha de euforía por la calles, con corona de flores en el cabello y fueron
marchando al campo de batalla con poemas patrióticos en la cabeza, algún otro
hasta cantando canciones de Schubert. Sin embargo, los innumerables
admiradores de la obra probablemente también se llevaron un ideal, una idea de
bendición, de consagración, ser el privilegiado y la víctima al mismo tiempo lo
que la obra celebra de manera tan sugestiva. Una bendición superior servía muy
bien en los momentos anteriores a ir a la guerra y a "actos heróicos"
imaginados. La idea del culto del
"Bühnenweihfestspiels" sirve de cruce para ideales del movimiento
juvenil de una época, del movimiento del discípulo, la entrega colectiva por
una cosa y, finalmente, el sacrificio incondicional por el pueblo y la patria,
propagado hasta acabar histérico. Durante las primeras semanas de exaltación en
la guerra, la semilla brota, sembrada hace tiempo por los nacionalistas y
tradicionalistas, sobre todo en el imperio del emperador alemán. Y finalmente
no hay que olvidarse del círculo bayreuthiano que rodeaba a Cósima y a su
yerno, Houston Steward Chamberlain, el precursor de derechas, que hizo todo por
acaparar Richard Wagner y su obra para la idea nacional, y pronto
nacionalista ( y también racista ).
Justamente en Bayreuth, ésta
relación fue puesta en escena décadas después. La fantástica puesta en escena
de "Parsifal" de Stefan Herheim traducía en 2008 el cobro político de
la obra por medio de imágenes emocionantes. Al intercalar documentos filmados
de la Primera Guerra Mundial, se da la impresión que los peregrinos del Santo
Cáliz se fortalecían al celebrar el acto de " la última comunión" y
con los sonidos de transfiguración de Wagner en el oído irían por la vía
directo, des de el templo del Santo Cáliz a la trinchera.
Metina Radach
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