En la
representación que comentamos, todos los elementos que componen la ópera son un bloque homogéneo, todo el sistema funciona
perfectamente sincronizado. Puesta en escena, dramaturgia, voces, argumento y
cuando esto sucede, solo ocasionalmente, el espectáculo es completo, es “la
obra de arte total “que predicaba Wagner.
La mayor belleza tanto en la vida como en el
arte está en cuidar los detalles, afirma nuestro Wozzeck Simón Keenlyside en la
entrevista para la Revista
del Real y, esta obra coproducida con la Ópera de París esta repleta de
detalles.
A un director de escena, debemos exigirle
creatividad, iniciativa, innovación, riqueza expresiva y Christoph Marthaler nos sorprende en este
Wozzeck con estos atributos, ganando la obra en intensidad a medida que avanza
su representación, como lo hiciera en su Tristan e Isolda de Bayreuth sin recurrir al efectismo, sino de forma
sobria.
La obra, por su peculiar puesta en escena, es
de rigurosa actualidad, pues trata de exclusión social, sobreesfuerzo,
dependencia y sobre todo de complicadas relaciones sociales, una similitud a lo
que ocurre hoy con cientos de miles de familias abatidas por el paro, la falta
de ingresos, sin esperanzas futuras y con falta de expectativas.
La relación interpersonal en esta ópera se sitúa en una especie de “carpa” cantina pública, donde se palpa la dificultad
de la relación social y donde la vida del núcleo familiar se demuestra
imposible. Esta idea de escenografía donde se desarrolla la acción, esta tomada
de la Speelkade ,
zona publica de ocio, juego y relación,
impulsada desde el ayuntamiento de la ciudad belga de Gante. Una situación
análoga y de gran impacto, pudo observar ocasionalmente el autor de este artículo en un local social
para emigrantes españoles, en la pequeña ciudad de Cuyk al este de Holanda allá
por los años 80. Un verdadero gueto donde estalló la tensión acumulada del
personal allí congregado y acabó en explosión en forma de reyerta entre varias
familias presentes.
La ópera Wozzeck marca un punto de inflexión
en la Historia
de la Ópera, un antes y un después: Una música de gran riqueza, creada por
Alban Berg, que utiliza todo el arco expresivo musical ajustándolo al argumento
en cada momento, tomando como eje la atonalidad, combinada con ritmo, melodía o
música tonal, consiguiendo una obra maestra de gran arquitectura musical,
excelentemente dirigida para esta ocasión por el francés Sylvain Cambreling bajo cuya batuta la Orquesta sinfónica del
Teatro Real de Madrid ofreció una muy buena actuación.
La soprano Nadja Michael hizo una María de
referencia, vocalmente y de físico muy adecuado: posee una voz plena, potente,
bien proyectada, con todos los registros. De gran atractivo físico que realzo al personaje en la parte dramática,
culminando en la escena de seducción con el “Tambor Mayor” de gran contenido
erótico. Su actuación fue muy brillante.
Muy bien Gerhard Siegel en su papel de capitán.
El Wozzeck de Simon Keenlyside excelente, recogió al final de su actuación
grandes aplausos, estando a la altura de lo que se espera de él.
El bajo alemán Franz Hawlata a pasado en los
últimos tiempos por dificultades en la interpretación- a causa de problemas
personales – y desde aquel discreto Hans Sachs
en Bayreuth del 2008 que fue despedido con grandes abucheos y obligó a
la cancelación de las representaciones anuales siguientes, solo accede a roles
de corta duración, y en de “El doctor”,, tuvo una destacada actuación si bien
su voz ha perdido la brillantez de antaño.
Mencionar a nuestro tenor de Sallent, Roger
Padullés, que convenció en su corto papel de Andrés. El “actorazo” que es Francisco Vas, se lució y
bordó su rol de loco. Al tenor de
Zaragoza, siempre lo consideramos más actor que cantante y ahora lo demuestra
en una gran actuación dramática prácticamente muda.
El estreno de Wozzeck en Berlin por los años
30 del pasado siglo, acabó en una airada división en los espectadores, por la
carga de denuncia social que ostenta:
Los detractores por parte de los grupos
conservadores con soberana bronca, y grandes aplausos por parte de los grupos
progresistas. En Madrid el 5 de junio también se manifestaron división de
opiniones: Los indiferentes que acabaron fustrados y aburridos por la música y
el argumento, y algunos entusiastas emocionados con lo vivido en el Real como
el mejor espectáculo de la temporada, gracias al combinado Berg,
Mortier,Marthaler, Cambreling.
En este video podreis contemplar la filosofía de esta fantástica producción.
En este video podreis contemplar la filosofía de esta fantástica producción.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada