dilluns, 14 de maig del 2018

GLORIANA. REFERENTE HISTÓRICO DE LA ÓPERA INGLESA.




 El Director artístico  y el Director musical del Teatro Real de Madrid, el catalán Joan Matabosch y el Inglés Ivor Bolton, forman un tándem perfecto, para que Madrid sea considerada, ciudad referente actual en las óperas de Bénjamin Briten. Después de Billy Bud del pasado año, creímos que difícilmente el coliseo madrileño, podría superar el alto nivel que había alcanzado.  Acabamos de asistir a la representación de Gloriana, y el resultado ha sido sobresaliente. (Queda ahora pendiente de reubicar el Curlev River, programado inicialmente para el 2017)
El compositor inglés Benjamín Briten, recibió el encargo de componer una ópera, con motivo de la coronación en 1953, de la actual Reina de Inglaterra Isabel II (la  mas longeva con ya 65  años de reinado); Fue durante unas vacaciones en la nieve en Austria durante el invierno de 1952, con su compañero sentimental Peter Pears, que decidió escoger la historia del reinado de Isabel I de la dinastía de los Tudor,  regente desde 1558 hasta 1603,(45 años en el trono), correspondiente a la época isabelina, de esplendor y Edad de Oro inglesa , en plena competencia con el rey Felipe II de España, cuya Armada Invencible fue derrotada y humillada por la  inglesa en 1588, en su intento invasión a Inglaterra,
Briten confió el libreto a Wilian Plomer, basado en la obra Elizabeth and Essex: A Tragic History, escrita en 1928 por Lytton Stracch: Describe el amor de la Reina por el Conde de Essex, que no fue correspondido por este, si bien la utilizó  para obtener favores políticos y de poder, que una vez fustrados por el fiasco en la rebelión de Irlanda, a donde  el conde Robert de Vereux, fue enviado como jefe de las tropas inglesas para contener la sublevación, atentó contra la reina, acusado de rebelión y traición fue condenado a muerte.
La personalidad de la Reina es poliédrica y contradictoria: El deber de Estado; el servicio al pueblo con la autoridad que se le exige: Responsable, astuta, refinada, culta e inteligente, de carácter fuerte. Desde el prisma de su personalidad,  el paso del tiempo la condiciona: Afectada por su amor no correspondido, se siente vieja, envidiosa, celosa y colérica.
La admiración de su pueblo le dio el sobrenombre de Gloriana; su soltería, la nominación de Reina Virgen. Precisamente la emigración de colonos ingleses a  Norteamérica en honor a su reina, dio el nombre de Virginia a la región este de la costa éste atlántica, hoy uno de los 50 estados USA
La producción, del teatro Real de Madrid- en coproducción con la Englich National  Ópera de Londres (ENO)-  es de escenografía, única, y consiste en una semiesfera armilar  como un arco-iris, y un mapamundi  circular, grabado en el suelo, representan los poderes de la reina y de Inglaterra como centro del mundo,. Cuenta con espacios bien definidos y diferenciados, adecuados en el transcurso de la representación. Elegante vestuario con bordados alegóricos a la historia que se narra, y movimiento escénico de nivel elevado, transfieren a la puesta en escena un resultado muy vistoso y sobresaliente. En resumen: Sencillez y elegancia.
A las  varias puestas en escena firmadas por David McVicar, que hemos asistido, ninguna nos ha satisfecho plenamente, a excepción de esta Gloriana. El Director de Escena inglés, ha presentado un trabajo irreprochable, de excelencia, en coherencia  con lo que allí se explica: Elegancia en grado sumo.   


   


Bénjamin Briten, demuestra con esta obra, una abrumadora capacidad musical: consiguió la creación de una obra maestra en un tiempo record, menos de un año,- el que va de octubre del 1952  al 8 de junio del 1953, fecha del estreno y de la coronación de la actual reina de Inglaterra-. Solamente por esta ópera, se le puede considerar entre los mejores compositores del siglo XX. Para conjugar la historia que narra, finales del siglo XVI, se inspira en las formas musicales del renacimiento: Madrigales, danzas, contradanzas, mascaradas, etc y las trasforma de forma muy personal, con lenguaje propio, post neoclásico, en música dramática, que alterna con música ceremonial, cortesana, y festiva apropiada para la ocasión. En general utiliza la tonalidad, para describir las escenas externas, y la modalidad, para los momentos íntimos contradictorios y conflictivos de la Reina. Solo en una ocasión escribe en politonalidad, al final de la ópera, cuando describe el conflicto íntimo de la Reina, en la firma de la condena a muerte de su favorito Robert, asumiendo la razón de estado  sobre los afectos personales. Desde el punto de vista de estilo, la música de Briten, es totalmente asumible por el espectador medio.
El director musical, el británico Ivor Bolton, desde su ya dilatada experiencia en música  antigua, barroca, y renacentista, empatiza a la perfección con la música de Briten, y borda una actuación, rica en detalles, gradaciones, contrastes y balances sonoros; un modelo de precisión, ritmo y expresividad; es el factótum de la excelencia alcanzada en esta Gloriana.
El conjunto de voces fue de calidad y equilibrado, algunos cantantes ya participaron en Deat in Venice, y en  el Billy Bud – son un  grupo de especialistas en las óperas de Briten- forman parte del séquito real, como los barítonos Ducan Rock en el papel de Lord Mountoy , y Leigh Merlose como Sir Robert Cecil, el espíritu de la mascarada  de Sam Fournes y el bajo David Soar de excelente voz,  en su papel de Sir Walter Raleigh, como noble confidente, y máximo responsable de la guardia de la Reina.
El tenor italo-estadounidense, Leonardo Capalbo, de voz adecuada y bonita, aunque no extraordinaria, hace convincente el personaje de Robert Devereu, Conde de Essex
El papel protagonista de reina Isabel I, lo asume la soprano italiana Anna Caterina Antonacci: Desde su ya lejano debut  en 1986, y con éxitos memorables, como su Carmen del Covent Garden al lado del Don José de Jonas Kaufman, este es  su primer roll cantado en inglés y su primer Briten y el resultado es espectacular, si bien se nota un esfuerzo vocal para alcanzar la exigencia de la partitura,(el paso del tiempo) que podría afectar a la calidad del canto y que apenas se nota. Como actriz desarrolla una labor de alto nivel, con un resulto sobresaliente: Por dicción, voz, presencia escénica y actoral, da vida a una reina Isabel I, introduciéndonos en a la realidad a través de la ficción propia del teatro. Justo al cerrar el telón, apareció la soprano, por la abertura central, recibiendo por buena parte de público presente, varios sonoros bravos ( brava !). Una forma ya habitual de liberar nuestra emoción contenida y acumulada.
 Excelente ejecución de los coros estables del Teatro Real, bajo la batuta de Andrés Máspero.
El  estreno de Gloriana en 1953, resultó un tremendo fracaso, porque el argumento no gustó al stablishment de la época y durante tiempo, estuvo relegada al olvido, se ha representado poco. Después de la  sobresaliente  y entusiasta acogida en el Teatro Real, Gloriana se puede considerar, junto  con Peter Grimes, y Billy Bud,  la trilogía Briteniana, cabecera de la producción del total de 12 óperas de uno de los grandes compositores del siglo  XX
El Teatro Real es un teatro de primer orden, referente actual de las óperas de Briten. Con una forma de programar, ecléctica y convincente, que merece el reconocimiento de muchos melómanos.
Abril 2017
José Luis Bruned

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