Richard Strauss pensaba componer algo parecido a una "ópera mozartiana" cuando se reunió con su genial libretista Hugo von Hofmannsthal para llegar a un acuerdo sobre el nuevo proyecto operístico.
Y efectivamente, tenemos tres personajes clave en el argumento de El Caballero de la Rosa que
tuvo su estreno mundial en el Teatro Real de Dresden en 1911: La mariscala, un joven querubín andrógino y un "Don Juan" de la nobleza rural como recién salido de 'Las bodas de Fígaro '. Otro detalle son las características shakespearianas o el 'Falstaff' de Verdi, todo un condimento del turbulento y gracioso menú operístico.
Opulento, con referencias afectadas de la época, la fantástica orquesta del teatro de Frankfurt y su director Sebastian Weigle saben iluminar todas las facetas multicolor y emocionantes de la composición straussiana.
Sebastian Weigle se ha hecho un nombre como director de orquesta straussiano. El público le recibió con frenéticos aplausos incluso después de cada descanso.
A diferencia del furioso y sangriento peso fuerte de 'Elektra', en el año 1911 El Caballero de la Rosa sorprendió por su contraste con la ópera anterior. El personaje principal es una mujer experimentada y enamorada a su vez.. La americana AMANDA MAJESKI, maravillosamente lírica, es una Mariscala muy juvenil y frágil con camisón blanco con tirantes. Ella sufre pensando en su próximo envejecimiento y enfermiza. Parece estar ingresada en un sanatorio soñado, con altas ventanas y revestimiento de madera que cambia fácilmente de aspecto por medio de un escenario giratorio de sala de camas de reposo a sala de espera elegante, cafetería,bodega y sótano. La mariscala tiene pesadillas y se imagina su propio entierro. Se obsesiona ver viejos enfermos cojeando por los pasillos y salas con el albornoz puesto. Lo mismo la pasa con el personal que la atiende en el sanatorio. Sufren colapsos mortales. Para combatir sus visiones pesadilla, toma medicamentos o bebe aguas medicinales de la fuente de juventud estilo Modernismo. El Director de escena, Claus Guth, nos revela el triángulo amoroso entre la mariscala, el mozalbete ( el Rosenkavalier Octavian) y la jovencísima Sophie por medio del carácter transitorio y de la perspectiva del pasado de una Mariscala en el punto final de su juventud. La maravillosa CHRISTIANE KARG fascina en su papel de la encantadora Sophie que parece un muñeco con su traje de princesita azul cielo. PAULA MURRIHY, Octavian, la despierta con sus besos y a la que era una muñeca obediente a los designios de su padre, le insufla de pronto una gran seguridad en sí misma. A partir de aquel instante, Sophie se opone a su matrimonio forzado con el poco fino barón Ochs, que sólo es un presumido aventurero sexual. El islandés BJARNI THOR KRISTINSSON, un excelente bajo con pantalones bombachos, representa este señorito de la nobleza rural. Daba gusto también ver a Octavian disfrazado de sirvienta "Mariandl" que sabe atraer al barón "Ochs" a una cita amorosa en la bodega del sanatorio sueño. Va al pique al futuro suegro y, como si ya no fuese suficiente, le enfrenta con una nube de hijos y con su madre. Es una divertida farsa y Claus Guth sabe arriarla rápidamente de nuevo por una muerte en vida ya que la Mariscala cede su querido Octavian a la jóven Sophie y se tumba decepcionada y triste en el lecho mortuorio. En lugar del pequeño moro sirviente del libreto de Hugo von Hofmannsthal, una niña vestida de blanco se desliza rápidamente y se lleva un fuerte susto al verse a si misma envejecida y muerta. Es una imagen final conmovedora de una escenografía irresistible, inteligente y musicalmente cautivadora.
Metina Radach
Fuente: SWR 2 Radio cultura
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