dissabte, 20 de juny del 2015

ES FIDELIO UNA OPERA???

ES FIDELIO UNA ÓPERA? (*)        (FIDELIO EN EL TEATRO REAL)

(La pregunta es pertinente)

Beethoven no fue un hombre de teatro y era consciente de ello; la composición de su única ópera (?), le reportó numerosos contratiempos ya que hizo numerosas correcciones  y tentativas, que influyeron definitivamente en la estructura dramática de su única obra para la escena.
Fidelio empieza con un singspiel al estilo mozartiano, clásico de la época; una parte central dramática, propiamente operística de inicio del  romanticismo; y la  tercera parte, que se inicia después del dúo Florestan-Leonora, es un luminoso oratorio.
Esta estructura, antes del estreno definitivo en el Kärntnertortheater de Viena, estuvo sometida   a varias correcciones y cambios  de título: inicialmente Leonora, Fidelio finalmente Para Fidelio el genio de Bonn llegó a componer hasta cuatro oberturas. Beethoven era un perfeccionista y con esta composición nos ha dejado una buena muestra de ello
El resultado final, es una obra original única, de gran belleza, donde encontramos en esencia toda la música Beethoveniana, concentrada en 2 horas y 20 minutos de duración.

Las expectativas de los aficionados para esta representación madrileña, decayeron algo al conocer, ya al principio de temporada, el cambio de la producción de última hora. Finalmente, se opto por la que el Palau de les Arts de Valencia- firmada por el italiano Pier’Alli- eligió  para  la inauguración de su teatro de ópera en el año 2006. Esta puesta en escena de corte historicista, no aporta nada destacable, es totalmente aséptica, exceptuando algunos detalles del video que fílmicamente nos sitúan en las mazmorras donde yace Florestan, o en la escena final con las piedras de la cárcel saltando por los aires y que ayudan a la comprensión del libreto.
No obstante debemos convenir que Fidelio, por su estructura poco convencional, es una obra de compleja escenificación. En algunos casos la versión concierto ha resultado inolvidable:- Palau de la música catalana 1995 dirigida por Peter Schneider- o de referencia  en otros, donde el director de escena- Herbert Wernicke, Salzburgo 1997 - recurrió en el oratorio final a situar al coro, vestido en ropa de calle, detrás de los correspondientes atriles.



La versión “escenificada” de Pier’Alli resultó pobre en movimiento escénico, especialmente estática estuvo la Pieczonka;  no obstante, nada que objetar para el 2º acto, donde el argumento pide quietud, tanto de Florestán como de Leonora en la mazmorra asi como en el oratorio del coro final.

Como símil gastronómico, con la lectura a priori de la “carta” de este Fidelio, uno “salibea” ante un reparto tan excelente, propio de los teatros más notables,  pero el resultado será diferente al esperado.
El recorrido operístico  de la soprano Adrianne Pieczonka es de excelencia: Elisabetta, Mariscala, Emperatriz y Chrysothemis(ver artículos ”Una gran ópera para un aniversario”. blog Grup Wagner 18 de diciembre 2013  y “Una Electra electrizante” 21 de julio del mismo blog ),  Ariadna, Elsa, Elisabeth, Senta , Sieglinde ,Tatiana… En todos los roles hemos salido entusiasmados y por eso esperábamos tanto de ella: Su comienzo en el primer acto presento imperfecciones vocales  que luego mejoró considerablemente en su aria y dúo del 2º acto, pero su actuación, esta vez  no estuvo coronada por la excelencia. Si observamos su trayectoria, la Pieczonka es una soprano lírica y el rol de Fidelio demanda una voz mas dramática - de Kundry,Brünnhilde,Tintorera,etc-. Nuestra admirada soprano canadiense, a pesar de su magnífica voz y presencia escénica,  en este Fidelio se encuentra algo fuera de rol.
El bajo barítono alemán  Franz-Josef Selig es un valor seguro, muy versátil; su rol del carcelero Rocco, como siempre satisfizo plenamente nuestras exigentes expectativas. De voz plena y bella, timbre perfecto lleno de armónicos, musicalidad y dramaturgia. Fue sin duda el mejor en el escenario.
Junto a él brilló con luz propia la joven  soprano ligera alemana Anett Fritsch en una Marzeline admirable; de voz fresca, límpida segura y fluida, se movió con desparpajo en la escena, haciendo creíble del papel de hija del carcelero Rocco. Ojo al dato: Con sus 29 años tiene una brillante carrera por delante
Michael König, no es un tenor de mi devoción, pero en esta ocasión, en su corto papel de Florestan, nos sorprendió muy favorablemente en su inicio del aria de salida, Gott! Welch Dunkel hier! Fue sensacional, de referencia. (Nos recuerda a su inicio en Diario de un desaparecido de Leos Janacek, que pudimos ver hace varios años en el Liceu en el doble programa procedente de la Ópera Garnier de Paris, firmado por Alex Ollé de la Fura dels Baus). En esa escena, después de muchos años, nos volvimos a reconciliar con el tenor alemán.
Fidelio es  una oda al amor, a la libertad y a  alegría de vivir: El amor es lo que mueve a Leonora (Fidelio), sin desfallecer, asumiendo una estrategia de alto riesgo para salvar al esposo de la injusticia del entorno político del momento.
En Fidelio otra vez descubrimos el espíritu innovador de Beethoven. Esta es una obra puente entre el clasicismo de Mozart, de la primera parte- donde tambien identificamos células musicales que Carl Mª von Weber utilizará en  der Freischütz u Oberon-Y la inmensa música del final, preludio de la que pocas décadas mas tarde  creará su compatriota Richard Wagner.

Finalmente de la función del 30 de mayo en el Teatro Real, destacaremos la brillantísima actuación de la orquesta y coro de la comunidad de Madrid.
El Argentino Andrés Máspero, quien, desde el inicio de la época de Gerard Mortier, asume la responsabilidad del de Director del coro, con su trabajo ha conseguido que  las masas estables hayan  alcanzado el nivel de excelencia que se aprecia especialmente en esta obra: Impresionante el coro de prisioneros del final del primer acto “O, welche lust” así como en el grandioso coro final

Somos acérrimos admiradores del prominente director de orquesta alemán Helmut Hënchen; su trabajo como director siempre raya la excelencia y en esta ocasión especialmente, sacó sonoridades nuevas increíbles: justo después del dúo Leonora- Florestán,en lugar de la infrecuente obertura Leonora 3, nos obsequió con un interludio musical correspondiente al segundo y tercer movimiento de la 5ª sinfonía de Beethoven,  de ejecución perfecta, brillante; 17 minutos de una gran intensidad musical que sin solución de continuidad (para que los aplausos no rompan el clímax emocional) dió paso al impresionante oratorio- coro final. Ahora para expresar la alegría por haber alcanzado la libertad, escuchamos sonidos afines con la parte coral de la novena sinfonía y las imágenes del videocreador Sergio Metalli, nos muestran  las piedras de la cárcel hechas añicos por los aires, simbolismo de la recuperación de la libertad .
Es el mismo creador y la misma música que sonó a finales de  los 80 en la puerta de Brandenburgo donde bajo la batuta de Leonard Bernstein, se interpretó la novena sinfonía de Beethoven y su Oda a la Alegría de Friedrich Schiller, con la Orquesta Filarmónica de Berlín para conmemorar la caída del muro.

El público que llenaba el Teatro Real el 30 de mayo, aplaudió hasta la saciedad el exuberante espectáculo que acababa de finalizar.
Un final apoteósico propio de una gran velada, adecuada para celebrar el “paso de los años”.


José Luis Bruned
4.05.2015

* Beethoven nunca fue un compositor operístico (Zubin Mehta, director musical de Fidelio en Valencia 2006)

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