Entrevista a Frank Castorf, director de escena del controvertido Ring de Bayreuth, en el diario SPIEGEL
El director de
escena Frank Castorf habla de su rabia hacia las dos jefas de los festivales de
Bayreuth y su idea de entablar un pleito contra ellas por medio de su abogado
Gregor Gysi, presidente del partido izquierda LINKE berlinés.
Frank Castorf nació 1951 en
Berlín e hizo sus primeros pasos artísticos como joven y rebelde director de
escena teatro de la DDR. La República Democrática Alemana prohibió muchas
puestas en escena. Desde 1992, Castorf es el director artístico del teatro
BERLINER VOLKSBÜHNE. Consiguió encumbrarlo a la categoría de los más famosos teatros de habla
alemana. En éstos días, Castorf sigue ensayando en Bayreuth. Los festivales de
Bayreuth abren sus puertas el viernes de ésta semana.
SPIEGEL: Señor Castorf, usted está ahora en Bayreuth para
los ensayos de su versión de "Ring des Nibelungen". En la première
del verano pasado, después del Ocaso de los dioses, el publico le recibió con 15 minutos de
abucheos enfurecidos.
Durante estos quince minutos usted permaneció todo el tiempo en el escenario haciendo muecas al público. ¿ Por qué?
Durante estos quince minutos usted permaneció todo el tiempo en el escenario haciendo muecas al público. ¿ Por qué?
CASTORF: Mi "Anillo" dura 17 horas en total. Durante este tiempo, el público empezó una relación "amorosa" conmigo. Tenían
todo el derecho en descargarr su odio. A mi personalmente, me dió muchas fuerzas
permanecer allí y mirar a las caras de la gente. Muchos iban previstos de
pitos. Eso es una señal.
SPIEGEL: Y ahora, un año más tarde, usted quiere pinchar ese
odio amoroso espectacular entre usted y el público aún más?
CASTORF: Por ahora no creo que lleguemos a ésto. Me doy
cuenta, que Bayreuth en 2014 está haciendo un "rollback".
SPIEGEL: ¿Y cómo es?
CASTORF: Noto que toda la anarquía que mi escenógrafo
Aleksandr Dénic y yo hemos aportado aquí el año pasado, ya no la quieren. En
2013, el apoyo fue enorme. Los cantantes, sobre todo, actuaron con
entusiasmo. Pero de repente, la dirección de los festivales de Bayreuth sólo
mira por asegurarse el poder. Me obligan a una lucha que me enfurece. Esto me
parece una impertinencia. A la mejor tengo que ser agradecido por no tener que
correr siempre por puertas abiertas. Pero sigo estando de mal humor.
SPIEGEL: ¿Por qué le riñen las directoras del festival, Katharina
Wagner y Eva Wagner-Pasquier?
CASTORF: Se intenta no
permitirme colocar una pancarta del partido neo-nazi NPD en el escenario. La
prohibición ya está retirada. Después de cuatro semanas trabajando en Bayreuth,
me entero por vía indirecta que cambiaron a un cantante importante para mí.
Dicen por cuestiones musicales. Este cantante, Martin Winkler, contratado para Alberich,
es un gran profesional que intenta siempre no evitar situaciones. Situaciones que,
según mis criterios, son sumamente eróticas y de sentido musical. Winkler tiene
una enorme calidad artística y fue una figura muy fiel a nuestra
interpretación. Mi amigo Aleksandr Dénic dice: Con ésta decisión, sin nuestro
permiso, la dirección del festival quiere dar paso a cambios en el futuro como
lo hace cualquier teatro en las ciudades. Entonces se reanuda la práctica
del " Belcanto", el tono correcto, el arreglo, la coreografía.
Todo lo que nunca pensamos hacer aquí.
CASTORF: Cuando me llamaron para hacer el "Anillo"
con motivo al Bicentenario de Wagner, yo pensaba hacer algo especial. Algo que
quedase en la memoria.
SPIEGEL: ¿No dijo Ud. antes de la première en 2013, que Ud.
no tenía previsto presentar un "Anillo" centenario como llaman al
"Anillo" de Patrice Chéreau de 1978?
CASTORF: Pues, es algo muy especial, si un año en la vida de
un árbol lleva esa marca.
SPIEGEL: Esto quiere decir que Ud. aceptó la misión para
alcanzar por lo menos tanta gloria como Chéreau?
CASTORF: La palabra gloria me
suena demasiado a gorro de terciopelo de Richard Wagner, al alemán estilo
emperador. Digámoslo más á lo proletario productivo; por supuesto buscamos la
competición y aprobación. Alexsandr Dénic, el director de orquesta ruso Kirill
Petrenko y yo creamos una visión del "Anillo". Si no se produce por
lo menos un efecto explosivo semejante al "Anillo" de los años 70 de
Chéreau, tendríamos que decir que hemos fracasado.
CASTORF: En este verano habrá mucho publico nuevo que están
en contra de nuestro trabajo de antemano. Y tampoco se puede hablar del
"taller Bayreuth", porque las posibilidades financieras se
minimizaron mucho. El presupuesto sirve para una reanudación más
o menos aceptable. He concedido una tercera parte del tiempo de ensayo al
director de orquesta, Kirill Petrenko, que es muy detallista y acude a los
archivos porque es un preocupado por los originales de la creación del Anillo.
Yo no soy así. No necesito perfeccionar.
SPIEGEL: Porque Ud. trabaja sus puestas en escena a lo
bárbaro?
CASTORF: Para llegar a ser
realmente bueno, necesito trabajar en una situación de emergencia. Entonces
exploto. Aleksandr Dénic y yo tuvimos una idea básica en común que la realizamos de la manera más radical. Fuimos muy buenos ya que fuimos la última
oportunidad de las directoras del festival. El tiempo para la creación quedó muy corto.
Para crear algo realmente nuevo, yo tendría que tirar todo y crear algo nuevo.
Es la base de mi técnica. No soy capaz de embellecer algo.
SPIEGEL: Como podría Ud. describir el clima actual en
Bayreuth?
CASTORF: Aqui reina el miedo,
la astucia, la obediencia adelantada. Dan mucha
importancia al principio de jerarquías. Nada del Festspielhaus debe llegar a la
calle. Ese comportamiento totalmente neurótico con la prensa y los
multiplicadores es muy parecido al sistema anterior de la República Democrática
Alemana. En una institución supuestamente democrática se castiga al quien opina
libremente. Hasta sospechan de mi gente que está tomando vídeos en el escenario
y los tildan de enemigos peligrosos.
Metina Radach
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