dimarts, 13 de setembre del 2016

EL ANILLO SEGÚN CASTORF (1)

     
                 
Una polémica producción, para conmemorar el bicentenario de Richard Wagner.
( In memoriam Ramón Ribó.)***
Frank Castorf, fue el elegido por la dirección artística del Festival de Bayreuth Katharina Wagner, biznieta del compositor-, para conmemorar el bicentenario  del nacimiento de Richard Wagner en 2013; con la que debería ser la tetralogía del nuevo siglo XXI, al igual que en 1976 el tándem Chèreau- Boulez, firmaron
con gran éxito lo que se dio en llamar el anillo del siglo.
Es un hecho incuestionable, desde los años 90, la llamada revolución en la ópera, con la nueva generación de los directores de escena que aplican sus criterios innovadores y rupturistas, imponiendo su hegemonía, sobre otros relevantes aspectos de la producción operística. Esta corriente transgresora, tiene su origen en Alemania y epicentro se sitúa en Berlín.
En Bayreuth, esta corriente contó con el apoyo entusiasta del entonces director artístico Wolfgang Wagner nieto del compositor. mencionaremos aquí un solo ejemplo: Contrató al malogrado Berlinés Christoph Schligensief para un Parsifal (2003) tan innovador, que al director de escena, al saludar al final de la representación, le valió varios minutos de abucheos por parte del público asistente; de nada sirvió que en un intento de apaciguar los ánimos, saliera nuevamente con el director musical Pierre Boulez .
 Frank Castorf, nacido en el Berlín comunista durante la guerra fría, ha dedicado toda su vida al teatro y ha vivido las transformaciones políticas de la segunda mitad del siglo XX, con problemas de convivencia con el sistema político de la entonces DDR., a pesar de ser de ideología comunista; según ha manifestado recientemente, sus personajes históricos de referencia son Bertold Brecht y Dostoievski pero no precisamente Richard Wagner.
Desde la unificación de Alemania a finales de los 80, es director del prestigioso teatro Volksbünne de Berlín creado por Bertold Brecht
A pesar de que no ha tenido hasta ahora, prácticamente ninguna incidencia en el mundo de la ópera, su genio teatral es reconocido en todo el mundo. Ha obtenido numerosos premios y galardones que avalan su calidad como hombre de teatro. Se le considera un transgresor, rupturista y deconstructor, y está en el “ojo del huracán” de la revolución de los directores de escena. Es l’enfant terrible, como nos lo demuestra con esta producción.
Las puestas en escena de Castorf  se fundamentan en la historia reciente o actual; no solo a través del tiempo, sino también en el espacio y la cultura. Sus producciones son una reflexión sobre el mundo, con un fondo filosófico, que recrea mediante un distanciamiento cargado de ironía y sentido del humor

Wagner concibe su tetralogía como una revolución a través del arte, que encaja perfectamente con las ideas políticas socializantes que compartió en Dresden con  Bakunin –que le llevaron a tener que exiliarse en Zurich- influencias filosóficas de Schopenhauer, y que Bernard Shaw, en su libro “El perfecto wagneriano” (una extensa reflexión sobre el anillo), lo presenta como una crítica al capitalismo despiadado,
En estas premisas se basa Castorf y su equipo para levantar esta tetralogía conmemorativa del 200 aniversario de Richard Wagner:
Esta producción se ajusta pues al contenido del libreto original, es muy trabajada, cargada de detalles y con una brillante escenografía a cargo de Aleksandar Denic. El desarrollo escénico, no es lineal y Castorf nos muestra en cada una de las cuatro partes de la extensa obra, su concepción histórica-política-filosófica, sobre aquellos aspectos que le interesa darnos a conocer.
El oro (dinero) es la cuestión: Como objeto de cambio, podemos obtener casi todo en la vida. En esta producción, Castorf lo traduce por oro negro (el petróleo), fuente de riqueza, corrupción, ambición, poder…que para desgracia del hombre, nos lleva a conflictos y guerras. La concepción del anillo de Castorf, es pues, exactamente la misma idea primigenia que impulsó a Wagner a la creación de su magna obra, y sobre los conceptos antes expresados se desarrolla la puesta en escena, como un viaje a través de la historia reciente.

En el Oro del Rin (introducción) Aleksandar Denic sitúa la acción en la ruta 66 en el estado de Texas durante los años 60 en un área de carretera, que consta de gasolinera, motel, y jardín con piscina
En este “peculiar ambiente”, se desarrollan todos desmanes que genera el petróleo como oro-dinero patrón:
Las Hijas del Rin, llegando a repostar en un lujoso Mercedes, moviéndose insinuadamente para seducir a Alberich que renuncia al amor, pero no al sexo a cambio de dinero.   Wotan y Loge, harán ostentación de dinero y poder y ligaran con Frika y Erda metiéndose en la habitación del motel, donde negociaran con los gigantes Fasolt y Fafner con Freia como garantía de pago….Todo cuadra con el argumento y el libreto, EXCEPTO un figurante:
el actor Patric Seiber(a*) -asistente del director de escena y dramaturgo de alto nivel a pesar de su relativa juventud- que aquí hace de barman y hombre del servicio de habitaciones, con larga presencia escénica, de excelencia. Este personaje que no figura en el argumento, es pura invención de Castorf, con objeto de dinamizar la escena y crear un contrapunto en la representación de la ópera, personaje que reaparecerá con otros cometidos en las restantes partes de la tetralogía.

En la Valquiria la acción se sitúa en Bakun (Georgia) en los primeros pozos petrolíferos del cambio de siglo XIX-XX, en la zona del mar Caspio, explotados por la Unión Soviética; petróleo que utilizará para financiar sus guerras y su revolución comunista y que tendrá importantes consecuencias históricas para la sociedad y que Castorf desarrollara en detalle durante las otras dos próximas jornadas.
Una parte de la escenografía, esta representada por una granja con aves de corral, (del que el figurante es el cuidador), morada de Hunding y Sieglinde , combinada en la parte posterior, con una nave industrial de madera, donde se aloja una torre de extracción de petróleo en movimiento  mecánico primitivo, muestra de la ruda tecnología del inicio de las explotaciones petrolíferas.
(El artículo continuará con una próxima entrega)
Septiembre de 2016
José Luis Bruned

(a*) Patric Seibert: Estudió de artes escénicas, (dramaturgia y dirección de escena) doctorado por la universidad de Berlín. Ejerce la docencia en universidades de Alemania y Austria.
Melómano y aficionado a la ópera (a diferencia de Castorf).
Su experiencia, incluye colaboraciones, como asistente, de prestigiosos directores de escena; entre otros: Herbert Wernicke y Peter Mussbach . A su relativa corta edad, ya tiene producciones propias para varios teatros de ópera de Alemania.
A destacar, la colaboración de Seibert a la edad de 25 años en el año 2001 como responsable de una tetralogía en la ópera de Meiningen, cuyo director musical era también un jovencísimo Kirill Petrenko. Auguramos para Seibert una proyección similar al Director Musical de la Bayerische Staatsoper.
Conviene no perderlo de vista, como importante director de producciones operísticas en el futuro.


José Luis Bruned



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