dimecres, 26 de setembre del 2012

DAVID HOCKNEY EN LA OPERA


Mientras escuchaba en su coche la banda sonora de Parsifal de Richard Wagner, iba descubriendo la belleza de las montañas de Santa Mónica, en la costa del Pacífico al sur de California. Aquel emocionante impacto de la naturaleza en su  retina fue la  fuente de inspiración de sus obras . Hablamos de David Hockney, el escenógrafo de Tristan e Isolda una producción de 1987 para la Opera de los Angeles,que tuvimos el privilegio de ver hace algunos años en el Liceu de Barcelona
El espetáculo visual de aquella escenografía nos despertó el interés por un conocimiento mas profundo del pintor-artista y de su obra pictórica.Una exposición organizada por la Royal Academy of Arts de Londres, viajó posteriormente al Guggenheim  de Bilbao donde la visitamos recientemente.
David Hockney presenta unos 150 cuadros que con el título Una visión mas amplia dedica a los lienzos inspirados ahora en paisajes de Yorkshire, su país natal.   Composiciones murales y cuadros de grandes dimensiones donde el artista experimenta y desarrolla  la influencia de la naturaleza, el cambio cromático de la luz a diferentes horas del día y la influencia de las estaciones, haciendo alarde de sutileza, profusión en el detalle y sensibilidad admirables y aplicando unos colores vivos, luminosos, de gran impacto visual que dejan al visitante lleno de emoción,aún después de la visita a la exposición.
Los árboles, individuales o en grupo, son el tema principal de casi todas sus obras,tambien en Tristan e Isolda, a los que ha aprendido a conocer de manera singular como si de viejos amigos se trataran y que los identificamos claramente a lo largo de su ya extensa obra. Observándola, se descubre la influencia de los impresionistas-Van  Gogh y Monet- que aportan a su pintura el concepto de visión y sensación. Realiza composiciones de grandes dimensiones como El gran cañón o El sermón de la montaña, inspirado en Claudio de Lorena y en definitiva muestra su interés por la perspectiva, el drama teatral y la implicación del espectador en su obra.
(foto:Portada del catálogo de la exposición.)

La visita a la exposición nos familiariza con los recursos utilizados por Hockney en la composición de la escenografía para Tristan e Isolda: Analizando por ejemplo la del segundo acto con las variaciones argumentales que comporta,podemos ahora apreciar mejor las sutilezas de los cambios cromáticos y de luz según el argumento avanza y cambia:Desde la noche estrellada, el alba y la llegada del día;desde el dúo de amor de Tristan e Isolda, el aviso de Brängene y la irrupción en escena de los guerrilleros del rey Marke.Ahora comprendemos mejor la riqueza de matices y la sensibilidad del escenógrafo David Hockney en esta obra y nos descubrimos ante el excelente trabajo alcanzado.
Otros trabajos de Hockney para la escena fueron The Rake’s Progres(La carrera del libertino) para el festival de Glyndebourne,L’enfant et les sortilèges de Ravel, La flauta mágica de Mozart y una magnífica producción de La mujer sin sombra de Richard Strauss también para la Opera de los Angeles.
Recomendamos encarecidamente la visita a esta exposición.Aunque el 30de septiembre finaliza en el Guggenheim de Bilbao, justificará un viaje a Colonia,donde se expondrá del 27 de octubre al 3 de febrero en el museo Ludwig de esta ciudad renana.
José Luis Bruned

1 comentari:

  1. poner mas cuadros de david hockney .k necesitamos pintarlo tambien para la plastica :(

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